nadie dijo que iba a ser fácil

nadie dijo que iba a ser fácil, repite ella seis veces antes de voltearse otra vez sobre la cama. la cama. la cama que ella misma compró hace un año. las sábanas que ella misma eligió y pagó con su propio dinero. las almohadas. ahhh como son buenas sus almohadas de astronauta rojas. su lindo, apachurrable y confortable par de almohadas (el perro insiste en acostarse contra las almohadas, a ella no le gusta). le gusta el olor de naranja con pimienta que conserva en la habitación. le gustan sus mesitas de luz, su mesita de pié con los cajones de cartón, sus objetos de decoración brancos, rojos, negros y rosas. ella misma hizo todo. le gusta su habitación.

no le gusta el calor. el calor de febrero de buenos aires es insoportable. no le gusta porque casi no puede respirar. abre las ventanas de toda la casa. falta el aire. falta el aire. nadie dijo que iba a ser fácil, pensa. pensa esto y cambia otra vez de posición en la cama - la cama que ella misma eligió, su cama, su imensa, confortable y adorable cama. mira hacia la maleta, vacia. piensa. la vida. vacia. maleta. la vida ya no entra en la maleta. necesitaría unas siete de estas. que fiaca tener cosas, piensa. que lindo tener cosas, llora.

recién pudo decorar la contraseña del wifi. recién aprendió el nombre de la portera. se culpa por no prestar atención a los detalles. nadie dijo que iba a ser fácil, suspira mirando a la foto con todos los amigos. mira la maleta vacia. mira los amigos llenos. mira el reloj. una de la mañana. a la mierda, piensa. nadie dijo que. nadie dijo que iba. apaga la lampara. duerme